Una vez marcadas las paradas en crestall, hemos estirado el tubo de goteo (para tener una guía al sembrar).
Una vez sembradas las plantas, echamos el compost sobre la tierra, cubriendo toda la zona sembrada. El compost mantendrá la tierra húmeda más tiempo, no saldrá tanta yerba y facilitará la aparición de lombrices en la tierra que estás excavaran galerías por debajo las plantas y estas lo agradecerán, dado que oxigenan la tierra, también los excrementos de las lombrices la abonan.
Las lechugas las hemos tenido que sembrar después de echar el compost ya que el plantel era demasiado pequeño y el compost hubiera cubierto la lechuga.
En la parada 1 hemos sembrado: En una parte, calabacines, pepinos, alcachofas y lechugas, en la otra parte todavía no hemos sembrado nada. Y en la parada número 2: En una parte tomates rastreros y en la otra pimientos y berenjenas.
Entre las tablas de madera que separan las parades, hemos puesto Hierbabuena y albahaca.